El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenki, anunció el lunes que él y el primer ministro británico, Rishi Sunak, han mantenido conversaciones sobre la posibilidad de que los países occidentales suministren aviones de combate a Ucrania, con miras a establecer lo que han denominado una “coalición de aviones”.
“En los próximos tiempos, se tomarán decisiones que considero muy importantes, pero en las que debemos trabajar un poco más”, afirmó Zelenki después de una reunión con Sunak en Chequers, la residencia oficial de descanso del primer ministro del Reino Unido.
Por su parte, el primer ministro británico aseguró que su país jugará un papel fundamental en la coalición de países que apoyan a Zelenski y a Ucrania, aunque también enfrió las expectativas al afirmar que “asegurar esa capacidad de aviones de combate no es algo sencillo”.
“No se trata solo de proporcionar aviones, sino también de capacitar a los pilotos y de toda la logística que esto implica, y el Reino Unido puede desempeñar un papel importante en este sentido”, afirmó Sunak.
Posteriormente, el portavoz de Sunak aclaró que el Reino Unido no tiene planes de enviar aviones de combate a Ucrania: “No hay planes para hacerlo”. Luego explicó: “Los ucranianos tomaron la decisión de entrenar a sus pilotos con F-16 y debe tener en cuenta que la Real Fuerza Aérea del Reino Unido no los utiliza”.
El primer ministro mencionó después de la reunión con Zelenski la intención británica de capacitar a pilotos ucranianos: “Una de las cosas que comenzaremos a hacer relativamente pronto es la formación de pilotos ucranianos, algo que hemos discutido hoy y que estamos dispuestos a implementar en un plazo relativamente corto”, explicó. A su llegada a la reunión, Sunak había comparado a Zelenski con Winston Churchill, el estadista que fue primer ministro británico de 1940 a 1945 durante la Segunda Guerra Mundial.
Hasta ahora, Londres se ha mostrado reticente a suministrar a Kiev los aviones de combate que busca, en este caso los F-16, argumentando, como señaló Sunak el lunes, que es logísticamente complicado ponerlos en funcionamiento en el conflicto de Ucrania.