Casi 50,000 miembros de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) están en huelga desde hoy martes contra los puertos de las costas este y del golfo de EE. UU.

La huelga, que comenzó a la medianoche, detiene el flujo de una amplia variedad de mercancías en casi todos los puertos de carga, desde Maine hasta Texas. También podría interrumpir las exportaciones estadounidenses que fluyen a través de estos puertos, perjudicando las ventas de empresas americanas.

Los puertos involucrados incluyen el Puerto de Nueva York y Nueva Jersey, el tercero más grande del país por volumen de carga manejada, así como otros puertos especializados.

Según un análisis de Oxford Economics, las interrupciones laborales en puertos que manejan casi el 35% de todas las importaciones y exportaciones de EE. UU. podrían causar un impacto de entre 4.5 y 7.5 mil millones de dólares en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de EE. UU. por cada semana que dure la huelga. Aunque la huelga involucra a aproximadamente 45,000 trabajadores portuarios, se estima que hasta 105,000 trabajadores en industrias de apoyo podrían verse temporalmente desempleados si la huelga se prolonga.

A pesar de estas cifras alarmantes, algunos economistas, como Joe Brusuelas, economista jefe de RSM EE. UU., aseguran que la huelga no desestabilizará la economía, que crece a un ritmo del 3%. Brusuelas menciona que los puertos de la costa oeste pueden absorber gran parte de la actividad económica redirigida, lo que minimizará el impacto a corto plazo.

La Asociación Nacional de Fabricantes ha expresado su preocupación por la huelga y ha instado a los líderes del Congreso a actuar si el presidente Joe Biden no lo hace. La ILA planifica mantener sus manifestaciones las 24 horas del día hasta que se cumplan sus demandas, que incluyen un aumento salarial de 5 dólares por hora durante seis años y garantías contra la automatización en los puertos.

El presidente Biden ha instado a las partes involucradas a llegar a un acuerdo y ha señalado la importancia de los trabajadores portuarios en la recuperación tras el huracán Helene. “Ahora no es el momento para que las empresas marítimas se nieguen a negociar salarios justos para estos trabajadores esenciales mientras obtienen ganancias récord”, advirtió.

La situación en los puertos es crítica y la huelga representa un evento histórico, siendo la primera del sindicato desde 1977. La administración de Biden está monitoreando de cerca las negociaciones, mientras se acerca la temporada electoral crítica.