La masacre de ayer miércoles en la escuela secundaria Apalachee, en Winder, Georgia, sacudió a la comunidad, dejando un saldo de cuatro muertos y nueve heridos. Entre las víctimas se encuentran dos estudiantes, Mason Schermerhorn y Christian Angulo, así como los maestros Christina Irimie y Richard Aspinwall. El principal sospechoso, Colt Gray, de 14 años, fue arrestado y será procesado como adulto, según las autoridades.
El tiroteo ha generado un renovado llamado a la responsabilidad de los padres para evitar que sus hijos tengan acceso a armas de fuego. Karen McDonald, abogada que procesó el caso de Ethan Crumbley en la masacre de Oxford High School en 2021, expresó en medios nacionales, que esta tragedia es un recordatorio devastador de los peligros que conlleva el acceso no controlado a las armas por menores de edad.
Mason Schermerhorn, uno de los dos estudiantes de 14 años fallecidos, acababa de comenzar sus estudios en Apalachee. Según amigos de la familia, era un joven alegre que disfrutaba de la lectura, los videojuegos y las visitas a Walt Disney World. “Tenía una actitud positiva ante todo”, afirmó Doug Kilburn, amigo de la familia, al New York Times.
Christian Angulo, el otro estudiante fallecido, fue recordado por su hermana Lisette en una página de GoFundMe como un “niño muy bueno, dulce y cariñoso”. Compañeros de clase lo describieron como alguien divertido y relajado, según Fox 5 Atlanta. Un amigo cercano desde la escuela media comentó que estaba en negación tras enterarse del tiroteo.
Christina Irimie, de 53 años, era una de las dos maestras asesinadas. Trabajaba como profesora de matemáticas en Apalachee y era conocida por su paciencia y dedicación a sus estudiantes.
Richard Aspinwall, de 39 años, también era profesor de matemáticas y el coordinador defensivo del equipo de fútbol americano de la escuela. Colegas y amigos lo describieron como un “gran ser humano”, y destacaron su amor por la enseñanza, el deporte y su familia. Mountain View High School, donde había enseñado anteriormente, expresó su apoyo a la familia de Aspinwall en redes sociales.
Además de las víctimas mortales, ocho estudiantes y un maestro resultaron heridos. El maestro, identificado como David Phenix, sufrió una herida de bala en la cadera y fue operado, según su hija. Los médicos esperan que todos los heridos se recuperen, aunque aún no se han revelado más detalles sobre los estudiantes lesionados.
El arma utilizada por Colt Gray fue un rifle de estilo AR-15, según la Oficina de Investigación de Georgia. McDonald, la abogada que habló sobre la tragedia, subrayó la importancia de que los padres tomen mayores medidas de seguridad para evitar el acceso de los menores a armas de fuego. “Un candado de seguridad toma 10 segundos para instalarse”, afirmó McDonald. “Esos 10 segundos pueden evitar tragedias como esta”.
Según informó CNN, el FBI había interrogado a Gray el año pasado por amenazas de tiroteo, pero no había causa probable para arrestarlo en ese momento. El padre de Gray había informado que tenía armas de caza en casa, pero que su hijo no tenía acceso no supervisado a ellas. Sin embargo, el trágico resultado de este evento ha vuelto a poner en el foco la responsabilidad de los propietarios de armas en evitar que sus hijos las utilicen para fines destructivos.