La Administración Biden está revolucionando la atención médica al permitir que médicos y enfermeras atiendan a personas sin hogar en cualquier lugar donde se encuentren, desde campamentos junto a arroyos hasta pasos subterráneos de autopistas. A partir del 1 de octubre, los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) permiten que los proveedores de “medicina de calle” reciban compensación por servicios médicos brindados a personas sin hogar, un cambio crucial en cómo y dónde se brinda atención médica.
Atención en las Calles: Un Cambio Esencial
Antes, estos proveedores no solían recibir pagos de la mayoría de los programas de Medicaid, que atienden a personas de bajos ingresos, debido a que los servicios no se brindaban en instalaciones médicas tradicionales. Esta medida responde al aumento del número de personas sin hogar en todo el país, que requieren no solo atención médica, sino también tratamientos intensivos para adicciones y salud mental, además de atención para heridas, embarazos y enfermedades crónicas como la diabetes.
Una Solución Innovadora
Este cambio es innovador, ya que es la primera vez que el gobierno federal reconoce las calles como un lugar legítimo para brindar atención médica. Esto beneficiará principalmente a personas de bajos ingresos, discapacitadas y de la tercera edad que cuentan con Medicaid y Medicare. La nueva medida responde a la creciente necesidad de mejorar la atención de las personas sin hogar y forma parte de un plan más amplio de la Casa Blanca para reducir la indigencia en Estados Unidos en un 25% para el 2025.
Legislación Pendiente
Actualmente, se encuentra pendiente en el Congreso una legislación que ampliaría aún más el reembolso por servicios de medicina de calle, centrándose en la crisis de salud mental y adicciones en las calles. La legislación, presentada a principios de este año, aún no ha sido sometida a comité.
Una Respuesta Urgente
Cerca de 600,000 personas en Estados Unidos no tienen hogar, y en promedio, mueren a una edad más temprana que quienes tienen vivienda estable. La medicina de calle no solo mejora la atención médica, sino que también interrumpe el ciclo de la indigencia, reduciendo costosos traslados en ambulancia, hospitalizaciones y visitas a la sala de emergencias. Con un mayor enfoque en la atención de la salud mental y las adicciones en las calles, esta medida representa un paso esencial para brindar una atención integral y mejorar la vida de las personas sin hogar en todo el país.
Conclusión
Este cambio en la atención médica es más que una reforma, es un acto de humanidad y justicia. La atención a las personas sin hogar en sus lugares de residencia es un paso esencial para abordar la crisis de indigencia en Estados Unidos. La esperanza es que este nuevo enfoque no solo brinde atención médica necesaria, sino que también cambie vidas, rompa ciclos de indigencia y ofrezca una oportunidad de vida más saludable y digna para aquellos que más lo necesitan.