El peso mexicano ha estado mostrando un excelente desempeño en los últimos meses, llegando a situarse por debajo de las 18 unidades por US$1 en la primera semana de marzo, algo que no se veía desde 2017. Sin embargo, la moneda mexicana tuvo un rebote y cayó un 3 % hasta alcanzar los 18.49 por US$1.
Pero la situación se complicó el viernes pasado cuando Silicon Valley Bank (SVB) se declaró en bancarrota luego de que sus clientes retiraran en masa sus depósitos. Este hecho generó temores e incertidumbre en el sector bancario de EE.UU. y afectó el desempeño del peso mexicano.
El lunes, el peso mexicano se depreció un 2,3 % y alcanzó las 18,92 unidades por US$1, una caída de casi la misma magnitud que la de toda la semana anterior. Los mercados estadounidenses cerraron de forma mixta, con pérdidas marginales en el Dow Jones y el S&P 500, mientras que el Nasdaq se apreció ligeramente. Los bancos regionales del país sufrieron pérdidas muy fuertes, especialmente el First Republic Bank y el Western Alliance Bancorp, cuyas acciones se desplomaron un 60 %.
A pesar de los nuevos desplomes a raíz de la quiebra del SVB, no se observó otra avalancha bancaria de retiros masivos en EE.UU., lo que ayudó a apaciguar las aguas. Las tensiones también bajaron porque las expectativas del mercado respecto a la inflación se cumplieron este martes, lo que permitió que los mercados abrieran con alzas y las acciones de los bancos se recuperaran.
Aunque la situación en el mercado financiero sigue siendo incierta, muchos esperan que el peso mexicano se recupere pronto y continúe su buen desempeño de los últimos meses.