El mercado mundial de inteligencia artificial en la belleza y cosmética ya es un negocio multimillonario, y los expertos de la industria predicen que experimentará un rápido crecimiento del 20 al 30% en los próximos cinco años.
A medida que las empresas incorporan robots de inteligencia artificial para brindar servicios como tratamientos de pestañas y manicuras, surgen preguntas sobre el posible impacto en el empleo dentro de la industria de la belleza.
En San Francisco, una startup llamada Clockwork está decidida a revolucionar la experiencia de los servicios de belleza con sus robots impulsados por IA. Renuka Apte, cofundadora y directora ejecutiva de la compañía, revela que la idea surgió de su propia frustración con las citas en los salones de belleza.
“Nuestro objetivo es que esto sea tan fácil como tomarse una taza de café, ya sea en complejos de apartamentos, oficinas corporativas o tiendas minoristas”, comenta Apte.
Otra compañía que se destaca en el mercado de la belleza con IA es Nimble Beauty. Sus dispositivos para uso en el hogar, capaces de proporcionar una manicura con cuatro capas en aproximadamente una hora, ya han vendido más de 5,000 unidades en Kickstarter. La compañía resalta que sus máquinas mejoran con el tiempo gracias a la IA, que les permite aprender y adaptarse.
Omri Moran, directora ejecutiva de Nimble Beauty, señala que la IA es esencial para que los robots comprendan y realicen tareas precisas, como la pintura de uñas. Sin la IA, los robots solo podrían repetir acciones predefinidas, lo que limitaría su utilidad.
“La IA les permite identificar las uñas específicas que están en el sistema, y no simplemente repetir acciones. Esto es crucial para que puedan entender qué es una uña, su forma y cómo proceder con la cutícula”, explica Moran.
El ejemplo más impresionante de la implementación de IA en servicios de belleza se encuentra en los brazos robóticos de LUUM, los cuales manejan con delicadeza las extensiones de pestañas.
Nate Harding, cofundador de LUUM, afirma que sus robots complementan las capacidades humanas en lugar de reemplazarlas, ya que estas tareas delicadas requieren años de desarrollo para perfeccionarse. La seguridad es una preocupación primordial, y los brazos robóticos están diseñados para ser ligeros y están sujetos con imanes.
A pesar de que estas soluciones de belleza con IA ofrecen conveniencia y precisión, surgen preocupaciones sobre la posible pérdida de empleos entre los artistas de pestañas y los técnicos de uñas. La Asociación Nacional de Artistas de Pestañas reconoce la inquietud expresada por algunos profesionales, pero cree que los robots pueden atraer a una nueva clientela para las extensiones de pestañas.
Apte sostiene que estas máquinas están diseñadas para brindar servicios rápidos y no pretenden reemplazar la experiencia completa ofrecida por profesionales humanos altamente calificados.
“No tenemos la intención de dejar sin trabajo a los técnicos de salones de uñas. Lo que buscamos son servicios rápidos, eficientes y prácticos, y está lejos de competir con la experiencia completa y minuciosa que un técnico de uñas puede ofrecer. Hay una amplia gama de habilidades que solo los humanos pueden brindar, y eso es algo que valoramos”, enfatiza Apte.
La empresa de Apte sigue expandiendo su presencia, instalando dos o tres máquinas nuevas en diferentes lugares cada mes. Mientras tanto, LUUM recientemente instaló una máquina en una tienda ULTA Beauty en San José, California. Por su parte, Nimble Beauty, el fabricante de la máquina de uñas para uso en el hogar, espera que la máquina esté disponible para su compra a principios del próximo año.