A medida que se acerca el verano, se aproxima el fin de la pausa de tres años en los pagos de préstamos estudiantiles, independientemente de la decisión que tome la Corte Suprema sobre el plan de la Casa Blanca para perdonar miles de millones de dólares en deuda estudiantil. El Congreso aprobó un acuerdo sobre el techo de la deuda, lo que significa que los pagos se reanudarán a fines de agosto.
Betsy Mayotte, presidenta del Instituto de Asesores de Préstamos Estudiantiles, recomienda no realizar ningún pago hasta que finalice la pausa. En su lugar, sugiere guardar el dinero que se destinaría al pago en una cuenta de ahorros. De esta manera, se mantiene el hábito de realizar el pago, pero también se obtiene un poco de interés.
Mayotte también sugiere utilizar las herramientas de simulación de préstamos disponibles en StudentAid.gov o en el sitio web de TISLA para encontrar el plan de pago que mejor se adapte a las necesidades de cada persona. Estas calculadoras mostrarán cuál sería el pago mensual bajo cada plan disponible, así como los costos a largo plazo. Mayotte enfatiza la importancia de considerar los costos a largo plazo en lugar de buscar únicamente el pago mensual más bajo.
Un plan de pago basado en los ingresos es una opción a considerar. Estos planes establecen el pago mensual del préstamo estudiantil en un monto que se supone es asequible según los ingresos y el tamaño de la familia del prestatario. Si se desea solicitar un plan de este tipo, el primer paso es completar una solicitud a través del sitio web de Ayuda Federal para Estudiantes.
Es importante buscar asesoramiento y hablar con un mentor o asesor financiero si se tienen préstamos estudiantiles. Además, se recomienda aprovechar los recursos disponibles en el sitio web de Ayuda Federal para Estudiantes, que ofrece información sobre consejeros y organizaciones que pueden brindar orientación adicional.
Si el presupuesto no permite reanudar los pagos, es importante saber cómo navegar la posibilidad de incumplimiento y morosidad en un préstamo estudiantil. Ambas situaciones pueden afectar negativamente el historial crediticio y hacer que uno no sea elegible para recibir ayuda adicional. En caso de dificultades financieras a corto plazo, se puede calificar para aplazamiento o suspensión temporal de los pagos.
En resumen, es fundamental prepararse para el reinicio de los pagos de préstamos estudiantiles. Guardar el dinero destinado a los pagos en una cuenta de ahorros, utilizar herramientas de simulación para encontrar el mejor plan de pago, buscar asesoramiento y conocer las opciones disponibles son pasos clave para enfrentar esta transición. Mantenerse informado y tomar decisiones financieras conscientes permitirá a los prestatarios gestionar de manera más efectiva su deuda estudiantil.